Un consorcio de empresas de ingeniería y investigadores de la Universidad de Vigo y Gradiant llevan un año trabajando en una iniciativa innovadora para diseñar un sistema de gestión inteligente de alumbrado público para las ciudades gallegas. El proyecto, denominado Candela, fue un de los seleccionados en la convocatoria ConcectaPyme y tiene como objetivo avanzar en el campo de las smart cities con la creación de un conjunto de soluciones que permitan medir, modelar, optimizar y actuar en tiempo real sobre todo el sistema lumínico público urbano. El consorcio está formado por cuatro empresas (Setga, que lidera el proyecto, Sistemas Audiovisuales Itelsis, Inteco Ingeniería Avanzada e Ingeniería Insitu) junto con el Grupo de Tecnología Energética de la Universidad de Vigo y Gradiant. En este proyecto, los miembros del consorcio emplean las últimas tecnologías digitales como os sensores Lidar (Light Detection and Ranging), big data, IoT e las nuevas tecnologías de LED.
El proyecto propone un modelo de “Iluminación inteligente y conectada, seguindo los conceptos del internet de las cosas", como explican los investigadores, que permita realizar la evaluación del estado actual y tenga capacidad de control y comunicación desde un centro de control dentro de un concepto de ciudad inteligente. Es decir, se trata de que la propia lámpara calibre su estado, mediendo el consumo, la esperanza de vida, etc. para adaptar la iluminación a las necesidades de cada momento y de cada lugar y para contar co un sistema de control más eficaz y automatizado. Hasta agora, con los sistemas actuales de iluminación convencionales “no es posible la optimización de las redes adaptándolas a las demandas y al espacio urbano al que se pretende dar servicio”.
Candela, subvencionado por la Agencia Gallega de Innovación, arrancó en febrero de 2016 con dos años y medio de duración total e un presupuesto de 863.442,78 €.
Finalidad del proyecto
Con este proyecto, empresas y centros de investigación tratan de reducir el custe energético del alumbrado público mediante la mejora de su regulación a través de controles en-linea y automatizados, al tiempo que se mejora también el mantenimiento de las instalaciones a partir de detección temprana de incidencias. Por otra banda, se tratará de mejorar la percepción visual que la ciudadanía tiene de las instalaciones, optimizando su gestión y aumentando la seguridad viaria apostando por una regulación de la iluminación adaptativa a condiciones climatológicas cambiantes y por el deterioro progresivo de las instalaciones. Al tiempo, esta iniciativa persigue aumentar la precisión del conocimiento de las condiciones reales de las instalaciones de iluminación en las villas y ciudades a través de la automatización del inventario y del proceso de auditoría continuada y busca optimizar de forma continua el gasto energético de la infraestructura mediante el uso de procesos de simulación. Paralelamente, trabajan para facilitar la toma de decisiones administrativas a partir de la generación de información visual entendible, así como para facilitar y agilizar la toma de decisiones técnicas a partir de la generación de baterías de simulaciones y para mejorar la comunicación con la ciudadanía relativa a los servicios de iluminación público existente y posibles mejoras.
Los investigadores destacan que los desarrollos que están llevando a cabo permitirían alcanzar cuatro objetivos prioritarios. El primero de elos es la reducción del tiempo de operaciones durante el ciclo integral del proyecto en un 97%, disminuyendo el número de horas y meses empleados de 30 meses a un mes en infraestructuras medias de 30.000 puntos de luz. Por otra banda, buscan la conectividad participativa con toda la infraestructura de iluminación a través de una red IoT – LPWA, así como la adaptación de los parámetros lumínicos a los ritmos circadianos de la población y los niveles de actividad urbana mediante sistemas de sensorización integrada IoT. Finalmente, el cuarto objetivo es potenciar la capacidad de implementar una auditoría verificadora sobre los niveles lumínicos en la totalidad de la infraestructura de alumbrado público, corrigiendo instantaneamente las desviaciones reales experimentadas por los principales parámetros luminotécnicos hasta el final de la vida útil, desde el flujo lumínico a la temperatura de color.
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